¿Viajar dentro o sobre el capó?
Cuando nos domina el miedo
"Me falta confianza en mí mismo", "tengo miedo a caerme", "tengo miedo a que me juzguen los demás", "¿y si me equivoco?".
¡Qué bonito e icónico 2CV francés! El coche de mi infancia ;-)
Acabo de volver de París y en el aeropuerto vi este coche con todos los osos de peluche encima.
Y he pensado: durante mucho tiempo he ido por la vida sentada SOBRE EL CAPÓ sin darme cuenta.
He progresado, no cabe duda. Pero ¡qué INSEGURIDAD! Miedo constante a caerme, a no saber qué hacer, a no estar segura de cuál es mi sitio... La emoción dominante: ¡Miedo!
He descubierto una forma mucho más cómoda de viajar: EN el coche, no encima de él. Es decir, dentro de mí, respetando quién soy, donde estoy segura porque soy simplemente yo, sin tener que hacer ningún esfuerzo por encajar. Y ¡oh sorpresa! Cuando estás dentro, ¡vas más rápido! ¡Puedes pisar el acelerador y no te caes!
En mi opinión, viajar fuera del coche significa vivir DEPENDIENDO DE LA APROBACIÓN de los demás, y ALIMENTAR EL MIEDO a caerse. En el coche, tú estás al volante: por supuesto, tienes en cuenta a los demás para no chocar con ellos ni hacerles daño, y tú mismo/a eliges la velocidad, la temperatura, la música... o el silencio...
En definitiva, TE DIVIERTES MÁS y eres más responsable.
¿Cómo subir al coche cuando estás acostumbrado/a a estar siempre encima?
Aquí te propongo 2 primeros pasos:
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DETENER AL CONDUCTOR: ¿a quién le has dado el poder de decidir? ¿A las circunstancias (personales, profesionales, dificultades económicas, enfermedad), a las personas (familia, amigos, marido, jefe), a tu piloto automático (lo que haces y dices "como siempre", automáticamente, sin pensarlo)?
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TOMAR EL VOLANTE: hazte responsable de tus decisiones: lánzate y acepta los "riesgos" de ser tú mismo/a, acepta la imperfección de la vida (incluida tu propia imperfección), elige acelerar (pasar a la acción) o frenar (tomarte tiempo para sentir) o incluso parar cuando sea necesario.
Da igual que conduzcas un 2CV, un Mercedes o un camión, cada uno tiene su encanto, ¿no crees?
Si necesitas que te eche una mano para volver a ponerte al volante, estaré encantada de acompañarte en tu camino hacia la liberación. No dudes en ponerte en contacto conmigo para una sesión de valoración gratuita.